FRANCISCA GEBAUER, DIRECTORA EJECUTIVA CAMPOLIMPIO
Por el Día Internacional del Reciclaje que se conmemoró recientemente nos invita a
recordar que la sostenibilidad agrícola no se limita al cultivo. Un aspecto clave, muchas veces subestimado, es la gestion de residuos, especialmente los envases vacíos de fitosanitarios, fertilizantes foliares, bioestimulantes y otros productos agroindustriales.
La acumulación inadecuada de estos envases representa un riesgo para las personas, suelos, fuentes de agua y biodiversidad. Cada envase mal gestionado puede deteriorar la tierra y afectar a las comunidades rurales. En cambio, prácticas como el triple lavado y la entrega de los envases vacíos a un sistema de gestión autorizado, son pasos esenciales hacia una agricultura circular.Hoy, la gestión de estos residuos es regulada a través de la Ley REP, que establece obligaciones claras para fabricantes, importadores y consumidores. y, en el caso del sector agrícola, obliga a los consumidores -agricultores y empresas agrícolas- a gestionar los envases a través de un Sistema de Gestión.
A dos años de su puesta en marcha, aún queda mucho por hacer. Para avanzar hacia una economía verdaderamente circular, necesitamos fortalecer la conciencia y la corresponsabilidad de todos los actores del ecosistema agrícola. Necesitamos más agricultores informados, más redes colaborativas, y también más apoyo institucional para facilitar la logística, la educación ambiental, la inversión en infraestructura y los permisos necesarios para operar.
La sostenibilidad del agro no depende solo de nuevas tecnologías, sino también de asumir la responsabilidad de los residuos. Evitar que terminen contaminando suelos y cursos de agua requiere agricultores informados, redes colaborativas y respaldo institucional. Cada envase bien gestionado es un avance hacia una agricultura más limpia, eficiente y alineada con los desafíos actuales.
Fuente: Revista del Campo / El Mercurio
